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miércoles, 5 de enero de 2011

Kamikaze: moriremos por los que amamos (Ore wa, kimi no tame ni koso shini ni iku)

Kamikaze: moriremos por los que amamos (2007)

La historia comienza en 1944. Ante la cada vez más desesperada situación militar de las fuerzas japonesas en el Pacífico, el vicealmirante Onishi decide crear un cuerpo de pilotos suicidas, denominados Kamikazes, para atacar los buques de la flota norteamericana estrellando contra ellos sus aviones cargados de bombas. La historia se centra en el jefe de una de estas unidades kamikaze, el alférez Tabata, y la señora Tome, la encargada de un restaurante junto a la base aérea de Chira, donde se preparan los pilotos suicidas, que irá narrando la historia y las preocupaciones de estos jóvenes durante las semanas anteriores a ser enviados al combate.

Kamikaze, moriremos por los que amamos es una reciente producción japonesa dirigida por Taku Shinjo con guión basado en el libro de Shintaro Ishishara, antiguo gobernador de Tokyo, quien recopiló los testimonios de varios pilotos kamikaze gracias a la colaboración de Tome Torihama. Esta mujer era la antigua encargada un restaurante cercano a base aerea de Chira, desde donde partieron cientos de pilotos suicidas con destino a Okinawa durante las últimas semanas de la guerra, gracias a lo cual tuvo la oportunidad de tratar personalmente a muchos de esos jóvenes pilotos kamikaze, y conocer sus historias personales, que sirvieron de base para el libro de Ishishara y que inspiraron las historias que aparecen en el film.

De este modo, inspirandose directamente en los relatos del libro, Kamikaze moriremos por los que amamos ofrece una perspectiva que podemos considerar novedosa a la hora de describir las motivaciones de los jóvenes pilotos japoneses que aceptaron inmolarse en un acto de sacrificio ya inútil a esas alturas de la guerra. En ese sentido, la película ofrece un retrato de los kamikazes que se aparta diametralmente del tópico de fanáticos combatientes, deshumanizados y sin sentimientos, para mostrar una semblanza mucho más humana de ellos. Apartándose del estereotipo, el film nos muestra a un conjunto de jóvenes recien salidos de la adolescencia, con inquietudes artísticas, enamorados e inquietos por la suerte de sus familiares, que fueron coaccionados moralmente e incluso obligados por sus superiores a realizar misiones suicididas. Un enfoque ciertamente novedoso, y que resulta bastante enriquecedor desde el punto de vista histórico.

No obstante, a la hora de desarrollar el tema, bajo mi punto de vista la historia no termina de conectar totalmente con el espectador. Y ello es principalmente debido a que la parte dramática de la narración, que ocupa dos tercios del total del metraje, resulta bastante irregular. Aunque hay algunas escenas de diálogo bastante logradas (por ejemplo, cuando el hermano menor de uno de los kamikaze pregunta ingenuamente a este: “Si tu mueres…¿Japón gana?"), en general, la película abusa de secuencias discursivas que resultan más bien planas y reiterativas. En cuanto a la parte bélica, es destacable la aparición de varios aviones que parecen auténticos cazas Ki-43 Oscar, y la recreación de los ataques contra la flota norteamericana, mediante unos excelentes efectos visuales generados por ordenador que dotan de espectacularidad a la parte bélica del relato, pese a que esta queda finalmente un tanto encorsetada, entre la parte dramática y el dilatado epílogo de la historia, al que claramente le sobran varios minutos de metraje.

En resumen, Kamikaze, moriremos por los que amamos es una interesante muestra del cine bélico japonés, cuyo principal aliciente es el de ofrecernos la versión japonesa del conflicto desde una nueva perspectiva. No es un film del todo redondo en el plano cinematográfico, pero sí que es un título de correcta factura y bastante logrado en el plano visual. Agradará sin duda a los aficionados al cine de la II GM.

Calificación: 6/10

14 comentarios:

Conde de Salisbury dijo...

De entre todas las barbaridades de la guerra esta es una de las más irracionales. Bueno, al menos para nuestra mentalidad occidental ... sacrificar la vida por salvar a otro pase, pero hacerlo solo con la intención de destruir se me hace más difícil de tragar.
Si la memoria no me falla (lo que ya empieza a pasar) vi hace muchísimos años una película española, creo que era "Raza", en una de cuyas escenas un joven del bando nacional decía, ante la mirada consternada de su novia, algo así como "¿has visto que bonitas son esas esquelas que dicen guardimarina de dieciseis años, muerto en el crucero Baleares?". La retórica heróica del franquismo hacía bastante hincapie en el sacrificio de la propia vida por la patria, lo recuerdo también de mis libros escolares (el héroe de Cascorro, al cabo Noval ...).

Von Kleist dijo...

Buenas Lord Conde

Encantado de verte de nuevo por aqui, y feliz año.

Personalmente creo que sacrificar la vida por la patria puede tener sentido, siempre que se haga al menos, en una guerra moralmente justa y por un motivo justificado (por ejemplo, salvar las vidas de otros). Aspectos que en el caso de los Kamikaze no se daban, ya que la guerra estaba inevitablemente perdida y como dices, el sacrifio de los pilotos suicidas solo servía para aumentar el numero de bajas por ambos bandos.

En cuanto a la retórica de "Raza"... no puedo estar más de acuerdo. Puede que cuando Franco escribió el guión pensara que ciertas frases sonaban sublimes. Pero vista la película hoy dia, bordean el ridículo, especialmente el monólogo final que pronuncia el protagonista antes de ser fusilado es la mejor muestra:

"Son ellos, los que sienten en el fondo de su espíritu la semilla superior de la raza, los elegidos para la gran empresa de devolver a España a su destino. Ellos y no vosotros, materialistas sordos, llevarán sus banderas hasta el altar del triunfo. Para ellos fatalmente ha de llegar el día feliz de la victoria..."

Y todo eso antes de recibir una docena de balazos... ;)

Saludos

Crítica Bélica dijo...

Hola Von Kleist, primero te felicito por tu excelente blog. Segundo, queria saber si pudieses enlazar mi blog de cine belico en tu lista de blogs y ademas nombrarme en alguno de tus nuevas reseñas. Yo tambien te voy a enlazar. Mi blog: http://criticabelica.blogspot.com

Saludos.

Von Kleist dijo...

Buenas Mayor

Decirte en primer lugar que para este tipo de cuestiones tienes una dirección de e-mail que figura en la cabecera del blog, te ruego que la uses en el futuro. No tengo problemas en intercambiar enlaces, en las próximas horas añadiré tu blog a mi blogroll.

Saludos

Crítica Bélica dijo...

Hola Von Kleist, siento no haberme dado cuenta de la direccion, para siguientes notificaciones la utilizare.

Un saludo y muchas gracias.

Major Reisman dijo...

Buenas

Feliz Año Kleist

Bueno, como habrás podido comprobar últimamente no me prodigo por aquí, ni por mi blog. El curro es lo primero y en estos tiempos ni te cuento.

Me gustó esta película. Aunque tiene puntos flacos que impiden que sea una gran película. Uno es que se hace algo larga, sobre todo el final que es larguíiiiiiisimo como bien indicas. La otra son los actores. No sé, parece que quieren parecerse a los adolescentes de las series mangas. Se ve que Mifume y otros no hicieron escuela.

Un saludo

Von Kleist dijo...

Buenas Reisman

Encantado de verte de nuevo, y sí, aunque se te echa de menos tanto en tu blog como en los ajenos, es comprensible que en los tiempos actuales, se le de prioridad al trabajo ante todo.

En cuanto a lo que dices de los actores, estoy muy de acuerdo contigo. La verdad es que las interpretaciones van desde las sobreactuadas a las malas, quitando un par de ellas que son simplemente correctas (la de la señora Tome es una). Y lo del epílogo... vaya forma de cargarse el climax de la parte bélica con casi media hora de historietas de la posguerra.

Yo creo que habria sido mucho más apropiado un final, quizás semielíptico, justo detras de la muerte del último piloto se habría logrado un efecto mucho más poderoso desde el punto de vista narrativo. Pero en fin, está claro que en Japón las cosas funcionan a otro ritmo, al menos en el cine.

Saludos

Conde de Salisbury dijo...

Saludos Herr Kleist:

Vuelvo a intervenir orque he visto que se ha publicado un nuevo libro sobre el cine producido durante el Tercer Reich. Por si a alguien le interesa aquí está el enlace:

http://www.marcialpons.es/fichalibro.php?id=100864081

Eso sí, está en inglés.

APV dijo...

Ciertamente los Ki-43 están muy bien hechos,no se si son reproducciones o ejemplares restaurados.
Por supuesto los demás son por ordenador tanto los Hellcat como los Ki-61 (otra buen añadido).

Pero el papel de los actores es criticable.

Von Kleist dijo...

Buenas APV

Diría yo que, efectivamente, los Ki-43 están muy pero que muy bien recreados. Y en los primeros planos que muestran a los pilotos en sus aviones parecen totalmente reales, incluso con defectos en la pintura del fuselaje. Imagino que serán modelos restaurados, pero si se trata de reproducciones, desde luego habría que felicitar al que las haya hecho.

Y como bien apuntas, las animaciones de los aviones por ordenador son bastante buenas. Desde luego, las escenas del ataque a la flota norteamericana son de sobresaliente en cuanto a los efectos visuales. Lástima que no ocupen más minutos de metraje.

APV dijo...

Ciertamente una secuencia más larga hubiera sido mejor.

Respecto al Ki-43, he encontrado que el usado en la película se encuentra en un museo japonés.
http://www.city.minamikyushu.lg.jp/cgi-bin/hpViewContent.cgi?pID=20070920202650&pLang=ja

Von Kleist dijo...

Buenas APV

Muchas gracias por el dato y por el enlace. Ya sospechaba yo que se trataba de un avión auténtico de la II GM...;)

Saludos

Wittmann dijo...

Buenas Kleist.

Para mi gusto una soberbia película sólo lastrada por dos aspectos. El primero, tal y como tu lo explicas, que la trama por momentos no está bien engarzada lo que provoca que el espectador se distancie por momentos. Este aspecto, para mi gusto, hace más mella en momentos en los que el guión se pierde en un excesivo tradicionalismo japonés (canciones, bailes y rituales), que a pesar de ser interesante peca por exceso. La segunda traba reside en el hecho de que este tipo de escenas contrastan demasiado con las logradas escenas de acción lo que hace que aquellas resulten todavía más tediosas.

Por lo demás, insisto, es un film soberbio en cuanto a la trama bélica. Sobra decir que las revistas especializadas americanas lo consideraron una aberración. Quizás no se les ocurrió pensar en que sus películas en Japón causan un sentimiento sinalagmático. Por no hablar de Hiroshima o Nagasaki, si nos ponemos en la tesitura de las barbaries. Por que lo que es cierto es que, como afirmaron en su día los productores ante tales críticas, no se refleja otra cosa que lo que para ellos son héroes. Y es que no se puede calificar de otra forma a quien da su vida por la Patria.

En lo técnico es una película de diez, si se me permite la expresión. La terna de aviones es muy variada: empezando por el Hayabusa vemos también los B-24 soltando una descarga de bombas, el ataque de los Corsair y Wildcat, y fugazmente algón A6M Zero o Kawasaki Hien. Las tomas subjetivas son exquisitas, las escenas de ataques son de un realismo inusitado, los combates son de una factura que roza la perfección. En ese sentido está a la altura de las mejores y, por ello, el 6 de nota me huele a racanería ;). No obstante los aliados no llamaron "Oscar" a todos los Hayabusa, sino sólo a su mejorada versión (Hayabusa II), que destacaba por ser más resistente y, sobre todo, más rápido. Se agradecen las cercanas tomas del mismo.

Perdón por la extensión. Un saludo herr Kleist.

Von Kleist dijo...

Buenas Wittman

Para nada te disculpes por la extensión, al contrario. Cantidad no siempre es sinónimo de calidad, pero en tu caso no se cumple ese aserto...;)

Respecto a la película, si -como dices- hubiera tenido menos ceremonias de té y menos rituales japoneses y unos minutos más de acción, habriamos estado sin duda ante una de las grandes películas bélicas de la década. Porque es verdad que la secuencia del ataque contra la flota norteamericana es sobresaliente, como se alternan las tomas exteriores y desde dentro de la cabina, los excelentes efectos visuales e incluso la intensidad dramática de la muerte de los pilotos.

Problema: el cine japonés no entiende por lo general de ritmo narrativo, y la media hora final, directamente sobra.

Muy buenos apuntes técnicos, Herr Wittman, gracias por ellos.

Saludos