BIENVENIDO

Gracias por visitar este Blog.

Se pueden publicar comentarios en cualquier reseña. Para consultar reseñas antiguas, solo tienes que pinchar en "Listado Alfábetico de las películas del Blog".

Todos los comentarios serán contestados. Para plantear dudas, sugerencias o cuestiones puedes enviar un e-mail a: sgmcine@hotmail.com

Actualmente hay 375 reseñas publicadas.

lunes, 30 de abril de 2007

Escuadron 633 (633 Squadron)

Escuadron 633 (1964)

La acción nos traslada a Inglaterra, presumiblemente a finales de 1943. El Escuadron 633 de bombarderos "Mosquito" de la RAF, formado por voluntarios de la Commonwealth y comandado por el intrépido capitán estadounidense Roy Grant recibe un peligroso encargo. El 633 debe destruir una fábrica alemana de combustible para bombas volantes, situada al fondo de un fiordo noruego fuertemente defendido por baterias antiaereas emplazadas en la costa. Aunque el capitán Grant recibe la misión con poco entusiasmo, no duda en emplearse a fondo para entrenar a sus hombres, con la peculiaridad de que deben bombardear no directamente la fábrica, sino la montaña que se encuentra sobre la misma, para enterrar la factoria debajo de las rocas.

Escuadron 633 es una interesante película de acción aerea no exenta de calidad cinematográfica. Aunque los efectos especiales, sobresalientes sin duda en la época de su estreno, han quedado un tanto desfasados en la actualidad (se aprecian maquetas, transparencias, y especialmente las explosiones de la DCA, que parecen petardos estallando en el aire) la película aun se deja ver con dignidad. A ello contribuye especialmente la sólida interpretacíón del protagonista Cliff Robertson, muy convincente en el papel del capitán Grant; además de una buena dosificación de las escenas de acción y una banda sonora vigorosa, aunque algo reiterativa.

Otro aspecto que me gustó de la película fue su verismo y el tono antiépico del guión. Destacaría la escena en la que Grant es informado por el vicemariscal del aire de que su escuadron ha sido elegido para la misión, y añade "Su unidad ha alcanzado un alto grado de eficiencia. Considérelo un premio"... la cara que pone el capitán Grant en ese momento es todo un poema a la fatalidad. También hay algunos bellos planos aereos de los versátiles "Mosquito" que resultan bastante plásticos. En cuanto a los aspectos negativos, aparte de las mencionadas deficiencias tecnológicas de los efectos visuales, también le resta puntos la inclusión de la típica historia de amor entre Grant y la hermana del jefe de la resistencia noruega, que no aporta nada a la historia y que muy bien pudo haberse suprimido.

En definitiva, "Escuadron 633" resulta una película entretenida de ver y que mantiene el interés del espectador. Si se hiciera un remake de esta película usando los efectos digitales actualmente disponibles, sin duda el resultado podría ser espectacular. En cualquier caso, esta versión aun mantiene hoy dia gran parte de su encanto original.

jueves, 26 de abril de 2007

El Paciente Inglés (The English Patient)

El Paciente Inglés (1996)

El relato comienza en Egipto, en el año 1938. Un grupo de exploradores y egiptólogos recibe la visita de Geoffrey Clifton (Colin Firth) y su esposa Katharine (Kristin S. Thomas), un matrimonio inglés encargado de elaborar mapas topográficos de Egipto con fines militares. Años mas tarde, en Italia un misterioso paciente gravemente quemado a causa de una accidente aereo y que ha perdido la memoria, es atendido en un monasterio deshabitado por la enfermera Hana (Juliete Binoche). El paciente es el conde Lazlo de Almasy (Ralph Fiennes), que vive en una semiagonia, y no deja de evocar los dramáticos sucesos de su pasado, avivados por la aparición de David Caravaggio (Willem Dafoe), un antiguo espía canadiense que parece conocer la verdadera identidad del conde Stasy.

Después de concluir un rodaje, cayó en manos del realizador Anthony Minghella un ejemplar de la novela del escritor Michael Ondaatje The English Patient, cuya lectura fascinó a Minghella, quien inmediatamente decidió que era una historia que había que llevar al cine. La novela construía un relato ficticio de espionaje y amor en tiempos de guerra en torno a la figura del personaje real del conde Laszlo de Almasy. Este era un noble de origén húngaro, además de un famoso explorador y egiptólogo, que durante la guerra trabajó al servicio del Abwerh, y que llegó a colaborar con el servicio de inteligencia de Rommel en el Norte de África, dados sus extensos conocimientos sobre la geografía norteafricana. Aunque, naturalmente, el guión del film siguió la novela en el sentido de introducir varios hechos ficticios, para presentar una visión mucho más romántica del personaje de Almasy, que poco tiene que ver con la biografia del personaje real.

En cuanto a la calidad del film, hay que decir que, pese a ser la auténtica triunfadora en los Oscars de 1996, alzándose nada menos que con 9 estatuillas, “El paciente inglés” es una película bastante irregular. Es innegable que Minghella logró plasmar en la pantalla escenas de una gran plasticidad visual y cierto lirismo, pero también resulta evidente que el realizador se recrea demasiado en determinadas partes de la historia, especialmente en lo tocante al adúltero romance que se establece entre Almasy y la inglesa Katherine. Esto se traduce en que el ritmo de la narración se haga excesivamente lento hacia la mitad del metraje, y que el uso de los reiterados flashbacks no contribuya precisamente a dotar de coherencia y agilidad al relato. Además, las distintas subtramas que se superponen entre el tiempo pasado y el actual, hacen que el papel de algunos de los personajes secundarios, especialmente el del espía Caravaggio, quede muy desdibujado.

A lo anterior se une el hecho de que algunas partes de la narración resultan directamente soporíferas, sobre todo porque redundan demasiado en el tema de los amores imposibles, especialmente en lo tocante a la relación que se establece entre la enfermera Hana y el agonizante Almasy. Da la impresión que la historia, con unas gotas menos de pasteleo romántico y un mayor vigor narrarivo, habría ofrecido mucho más de sí. Y es que a Mighella, al igual que le pasó con Cold Mountain, se le da mejor dotar de belleza visual a sus historias que de pulso narrativo. Sin duda, lo mejor de la película son los veinte minutos finales, donde por fin el argumento logra recuperar el interés, y la historia se cierra de una forma bastante digna. En el plano interpretativo, yo destacaría por encima de todo a Ralph Fiennes, estupendo en el papel de Conde Almasy, a y Juliet Binoche como la enfermera canadiense, pues ambos ofrecen una interpretación bastante sólida en sus respectivos papeles.

En resumen, da la impresión “El paciente inglés” fue una película bastante sobrevalorada en su momento, y más que probablemente laureada en exceso. Un título que no termina de carburar en el plano narrativo, aunque sin duda cuenta también con algunas virtudes en su haber, sobre todo visuales. En cualquier caso, para mi gusto, está lejos de ser uno de los clásicos del cine.

Calificación: 5,5/10

lunes, 23 de abril de 2007

Hermanos de Sangre (VII): El punto limite

Hermanos de Sangre (VII): El punto limite

Enero de 1945. Después de la liberación de Bastogne por el III ejército de Patton, la Easy se encuentra de nuevo en el bosque de Foy, al norte de Bastogne, con la misión de retomar el pueblo expulsando a los alemanes del mismo. Mientras la Easy se prepara, muchos de los veteranos comienzan a desconfiar del nuevo jefe de la compañía, nombrado por la plana mayor de la división, el indeciso y acobardado Teniente Dyke. Mientras tanto Winters, que se da cuenta de la inutilidad de Dyke, piensa en que miembro de la Easy sería el mejor para reemplazarlo. Cuando se inicia el asalto de Foy, el Teniente Dyke, presa del pánico, da una serie de órdenes confusas que hacen que la Easy sufra muchas bajas, por lo que Winters, que contempla el ataque, ordena destituirlo y lo sustituye en pleno combate por el combativo Teniente Spears, quien endereza la situación y lidera el asalto victorioso que expulsa a los alemanes de Foy.

Este séptimo episodio de la serie, se centra en describir la problemática del mando y como la elección de los oficiales puede afectar al rendimiento de una unidad en combate. Sin ser un episodio especialmente intenso desde el punto de vista narrativo, pues solo al final, con el asalto a Foy vemos acción, sí es uno de los más interesante desde el punto de vista bélico al retratar el problema del liderazgo de los oficiales, contraponiendo el oficial inepto (Dyke) con el jefe que reune valor e inteligencia (Spears). Por ello, seguramente “El punto límite” es el episodio más logrado, desde el punto de vista estrictamente bélico, de la serie.

viernes, 20 de abril de 2007

La Brigada del Diablo (Devil´s Brigade)

La Brigada del Diablo (1968)

Año 1942. Lord Mountbatten encarga al coronel de paracaidistas norteamericano Robert Frederick (William Holden) la formación de una brigada mixta de operaciones especiales formada por tropas americanas y canadienses, destinada a combatir en los teatros más difíciles de la contienda. Tras establecerse en un desvencijado cuartel en el desierto de EEUU, irán llegando al campo de entrenamiento los hombres que compondrán la unidad. Por parte americana se trata de soldados indisciplinados y problemáticos, mientras que por la canadiense son hombres escogidos por su experiencia y habilidades en combate. Aunque en principio la relación entre los soldados de ambas naciones es tensa, finalmente el coronel Frederick logrará estimular el espíritu de disciplina entre los americanos y la camaradería mutua entre los canadienses. Cuando parece que la unidad va a ser disuelta, reciben una misión: ir a Italia y ayudar a las tropas del general Clark a romper el sólido frente alemán en la Linea Gustav.

La Brigada del Diablo supuso la adaptación cinematográfica del libro homómonimo coescrito por el novelista norteamericano Robert Adleman y el coronel del ejército canadiense George Walton. En dicho libro ambos autores narraban la trayectoría belica de la 1st Special Service Force, una unidad mixta de operaciones especiales formada por soldados de nacionalidad estadounidense y canadiense. Dicha unidad fue especialmente diseñada y adiestrada para actuar en terrenos díficiles, y empleada como fuerza de comandos en las Aleutianas y en Europa, siendo una de las unidades aliadas con mayor tasa de bajas en combate, con un altísimo 39%. Curiosamente, sus integrantes eran conocidos como los Black Devils ("Diablos Negros"), y la unidad ni siquiera vio el final de la guerra, ya que fue disuelta en Francia, en Diciembre de 1944, pocos meses antes del final de la contienda.

Entrando a valorar el film, hay que decir que como buena hija de su época, siendo esta los años 60, “La Brigada del Diablo” es una película bélica que aun conserva cierto encanto, pero que también presenta muchas carencias, algo que -por otra parte- resulta bastante usual dentro de la irregular filmografía de su director, Andrew V. McLaglen. La primera parte de la historia, que nos muestra como el Coronel Frederick va formando la unidad y cohesionando a sus hombres, recuerda mucho a la magnífica “Doce del Patíbulo”, aunque sin llegar a tener la fuerza narrativa ni el carisma de los personajes protagonista de este clásico bélico.

En cuanto a la segunda mitad de la película, que condensa las escenas puramente bélicas y que nos muestra a la brigada en acción, no está del todo mal, aun cuando son evidentes los típicos errores de ambientación y atrezzo militar (como solía ocurrir en las producciones de la época, los tanques modernos pasando por panzers alemanes “cantan” mucho).  Las escenas del asalto a la colina ocupada por los alemanes no están mal, aunque también hay otras escenas bastante chapuceras, especialmente una en la que un grupo de alemanes carga contra los atacantes hasta ponerse a un metro de los americanos, quienes naturalmente los aniquilan. También sobran algunas escenas de peleas entre soldados rodadas como si estuvieran en un saloon del Oeste (no en vano, el director A. McLaglen era un cineasta cuya carrera había girado en torno a los westerns) y quizás sobra algún que otro minuto de metraje.

En conclusión, aunque en conjunto, “La Brigada del Diablo”, es una película correcta y medianamente entretenida, como película bélica no aporta gran cosa al género, por lo que, valorada en su conjunto, resulta un título un tanto impersonal, quedando muy lejos de los méjores títulos del cine bélico.

Calificación: 5,5/10

Casablanca

Casablanca (1942)

Año 1942, en la ciudad de Casablanca, controlada por la Francia de Vichy, un espía que portaba dos salvoconductos para viajar a territorio neutral es asesinado, pero antes de morir tiene tiempo de entregarle los documentos a Rick Blaine, un americano dueño de un importante café de la ciudad. Poco después, llega a Casablanca un antiguo amor de Rick: la bella Ilsa, esposa del lider de la resistencia checa Victor Lazlo, que se encuentra retenido en Casablanca. Ilsa recurre a Rick para tratar de conseguir el salvoconducto para su marido, pero el americano, dolido por haber sido abandonado, se niega en principio a ayudarla. Mientras tanto siguiendo los pasos de Lazlo, llega a Casablanca un oficial alemán, el Mayor Strasser; quien, junto al prefecto francés, Capitán Renault, tratan de impedir la huida de Lazlo. En esa situación Rick tendrá que decidir entre sus sentimientos personales o sus ideales.

Poco puede decirse sobre esta mítica película, auténtica OBRA MAESTRA del séptimo arte. Casi sin proponérselo y sin tener en absoluto pretensiones de pasar a la posteridad (baste decir que el guión se iba reescribiendo el mismo dia de rodaje) el director Michael Curtiz rodó posiblemente una de las tres mejores películas de todos los tiempos. Su secreto a mi modo de ver, es que “Casablanca” toca una serie de temas intemporales que abarcan el amor, la amistad, la lucha por los ideales… y un guión que, pese a ser fruto de bastante improvisación, es absolutamente redondo en su conjunto. Nadie que haya visto esta película puede dejar de sentir un nudo en la garganta cuando Lazlo, para interrumpir a unos clientes alemanes del café de Rick que habían comenzado a entonar el himno alemán, ordena a la banda “Toquen La Marsellesa…”. Jamas un himno nacional se convirtió en un canto a la libertad de la manera que se hizo en esa memorable escena. Por supuesto, frases míticas como “Siempre nos quedará Paris”; “Tocalá otra vez, Sam”, o “Creo que este es el inicio de una bonita amistad” perdurarán por siempre en la historia del Cine.

Otra parte importante de la magia de Casablanca son sus actores, todos ellos en estado de gracia. Humphrey Bogart, como el aparentemente cínico, pero idealista en el fondo Rick consigue el mejor papel de su carrera. Las miradas de Bogart con Ingrid Bergmann en las secuencias que comparten dicen más que cien páginas de dialógos. La actriz sueca, igualmente, consigue una interpretación brillante de la atormentada pero fiel Ilsa dando a su personaje infinidad de pequeños matices. Los secundarios, y entre ellos especialmente Claude Reins como el oportunista capitán Renault, también rayan a gran altura.

En definitiva, lo que en principio iba a ser una mera película propagandística dentro de la campaña ideológica de Hollywood contra el nazismo, acabó convirtiéndose casi por casualidad en THE MOVIE (LA PELICULA), y con sobrados méritos para ello.

martes, 17 de abril de 2007

La Mandolina del Capitán Corelli (Captain Corelli´s Mandoline)

La Mandolina del Capitán Corelli (2001)


Tras la caida la ocupación de Grecia por tropas del Eje en 1940, la compañía italiana del Capitán Corelli es destinada a la guarnición de la pequeña isla griega del Mar Egeo, llamada Cefalonia. Allí, Corelli disfrutará de la pacífica vida en la isla y del amor de una lugareña, Pelagia, (interpretada por la actriz española Penélope Cruz), quien duda entre el italiano, y su antiguo novio, Mandras, que combate con los partisanos. La vida de los soldados resulta idílica en la isla hasta que en Septiembre de 1943, cae el gobierno fascista y los alemanes ordenan a los italianos deponer las armas antes de abandonar Cefalonia. Ante la negativa del comandante italiano a cumplir la órden alemana, se entabla un enfrentamiento entre las guarniciones alemana e italiana que terminara con una masacre de prisioneros italianos.

No se muy bien como hincarle el diente a la crítica esta película, porque lo cierto es que “La mandolina…” flojea por tantos lados que no sé donde empezar. Por ejemplo, los actores: Penélope Cruz tiene en este papel la misma gracia que una estatua, y Nicolas Cage (un actor bastante irregular) está tan sobreactuado en su papel que da grima verlo; por no hablar de que la química de esta pareja transmite menos emociones que un documental de serpientes.

Sigamos con el guión, lleno de topicazos (triángulo amoroso, amor en tiempos de guerra, guerrilleros heroicos…) y muy, pero que muy deslavazado, tanto que el hilo argumental de la historia resulta para cualquier espectador, cuando menos, confuso. Y si a ello le añadimos un final que resulta forzadamente feliz, tenemos todos los ingredientes del típico bodrio.

Curiosamente, el componente bélico de la película es de lo poco que se puede rescatar de la misma. Las escenas (basadas en hechos reales) de los combates en Cefalonia entre los italianos y las tropas de montaña alemanas apoyadas por Stukas, aunque breves, están bien rodadas. Y otro de los (escasos) momentos logrados del film es cuando los prisioneros italianos comprenden que los van a fusilar y algunos se arrodillan rezando. Dichas escenas, junto a una fotografía colorista de los bellos paisajes de Cefalonia salvan a la película del fiasco total.

En definitiva, “La mandolina…” es una película fallida, especialmente por recurrir a recursos facilones del cine comercial seguramente porque querían asegurar el éxito en taquilla. Decir, a modo de curiosidad que el rodaje, en localizaciones reales de Cefalonia, asustó a algunos de los habitantes de mas edad de la isla, al ver de nuevo “ocupada” por uniformes alemanes.

Calificación: 3,5/10

lunes, 16 de abril de 2007

Los Panzer de la Muerte (The Misfit Brigade)

Los Panzer de la Muerte (1987)

Frente ruso, año 1942. La tripulación de un panzer destinada a un batallón de castigo por indisciplina recibe una oferta a cambio de la conmutación de su pena: infiltrarse tras las líneas rusas para destruir una importante estación de ferrocarril enemiga. El grupo formado por el “Viejo”, Porta, “Hermanito”, el Legionario y Sven acepta el encargo buscando escapar de la guerra teniendo éxito en la misión.

Como no podía ser menos, el famoso escritor Sven Hassel, autor de varios Best-Sellers (de dudosa calidad literaria, pero hay que reconocer que entretenidos) basados en las aventuras de un pintoresco grupo de soldados alemanes en la II GM, también fue llevado al cine con esta película “ochentera”.

Hay que decir que esta adaptación cinematográfica de las novelas de Hassel resulta bastante decepcionante. Todos los aspectos de “Los panzers de la muerte” huelen descaradamente a Serie B, desde el reparto desconocido (excepto por unas breves apariciones de Oliver Reed y David Carradine), hasta la fotografía y efectos especiales, pasando por la ambientación. Todo en esta película es de baja factura.

La cortedad de presupuesto es especialmente notoria en las escenas de acción. Lo más espectacular de la película es una batalla entre carros rusos y alemanes en la que se nota a la legua que están disparando munición de fogueo, aunque al menos se ven carros rusos auténticos como un T-34 y un SU-76 si no recuerdo mal (no en vano la película se rodó en Yugoslavia, que aun disponia de material ruso de la época). Por lo demás, el “climax” final en la estación de ferrocarril no pasa de discreto.

Naturalmente, el guión es de lo más simple y tontorrón que uno pueda esperarse, aunque trata de imitar el tono de los libros de Hassel, la verdad es que aquellos, sin ser nada del otro mundo, son superiores a la adaptación del texto que se hizo para el guión esta película. Quizás lo único que puede rescatarse de esta película es la más que correcta caracterización de los personajes principales (fácilmente reconocibles para los lectores de Hassel) especialmente el actor que encarga al forzudo y corto de luces “Hermanito”, que logra un retrato bastante fiel del personaje literario.

Personalmente solo recomendaría ver “Los Panzer de la muerte” a los fans y seguidores de los libros de Sven Hassel, porque el que espere ver una película bélica minimamente decente saldrá bastante escaldado. Opino que los miles de fieles lectores de las novelas de Hassel merecian algo mejor que este bodrio.

viernes, 13 de abril de 2007

Hermanos de Sangre (VI): Bastogne

Hermanos de Sangre VI (Bastogne)

La Easy, justo con el resto de la 101ª división, se encuentra cercada en los bosques de Bastogne por la ofensiva alemana en Las Ardenas. Escasos de suministros, sobre todo médicos, los hombres de la Easy luchan por mantenerse en sus posiciones, mientras el sanitario de la compañía se afana buscando las escasas medicinas y vendas disponibles para atender a los heridos.

Este episodio, el sexto de la serie, fue para mi gusto uno de los mas decepcionantes de la misma. La historia, centrada casi exclusivamente en las idas y venidas del soldado médico de la Easy a Bastogne en busca de suministros médicos, resulta demasiado monotemática. Una pena, porque la participación del 506º regimiento (del que era parte la Easy) en la batalla en torno a Foy, una pequeña población al norte de Bastogne, fue uno de los episodios más intensos de la batalla por Bastogne. Y en este episodio se ven solo dos brevísimas incursiones de tropas alemanas contra las posiciones de la Easy, centrándose mucho más en las dificultades del sanitario, y en una tópica historia de amor platónico de aquel con una enfermera que cuida heridos en un hospital de Bastogne y que finalmente (de manera muy melodramática) muere en un bombardeo.

En resumen, una pena que este episodio que podría haber reflejado los combates más intensos de la 101ª se quede solo en un elogio del personal médico militar. Para mi, el episodio mas flojo de la serie Hermanos de Sangre.

jueves, 12 de abril de 2007

Comando en el Desierto (Raid on Rommel)

Comando en el desierto (1971)

Norte de Africa, 1942. Un comando aliado liderado por el capitán Alex Foster (Richard Burton) planea infilitrarse en Tobruk, el refugio del Afrika Korps, con el objetivo de destruir la artillería costera que protege el puerto para que este sea atacado por la marina aliada. Camino de Tobruk, el comando vivirá todo tipo de dificultades en su travesía por el desierto.

La historia de “Comando en el desierto” presenta aspectos verdaderamente curiosos, pues se trata del perfecto ejemplo de cómo en ocasiones el cine puede convertirse en un producto de marketing. En un principio, se trataba de una producción destinada a estrenarse en formato televisivo, pero Richard Burton, deseoso de relanzar su carrera apareciendo en un film bélico de éxito, convenció a los directivos de los estudios Universal para que la estrenaran en las salas comerciales, a cambio de adjudicarse el papel protagonista, rebajándose el sueldo. Además, para abaratar los costes de producción, los responsables del estudio decidieron reutilizar los planos de acción bélica de la película Tobruk (estrenada 4 años antes) y volverlos a insertar en el nuevo film. Como dichos planos de acción que mostraban la destrucción del puerto de Tobruk habían merecido una nominación al oscar a los mejores efectos especiales, los productores pensaron que era una buena forma de ahorrar costes de producción reciclando ese material de archivo. Aparte de eso, se incluyó el nombre de Rommel en el título original para hacer la historia más atractiva para el público.

Teniendo en cuenta esos antecedentes, no es de extrañar que el resultado final fuera un título totalmente fallido. Y ello pese a que la dirección del film recayó sobre un director de prestigio y experiencia como Henry Hathaway, y pese al protagonismo de Richard Burton en un reparto plagado de actores secundarios. El problema principal es que se nota a la legua que esta película fue hecha con el único fin de recaudar en taquilla usando material reciclado. Porque Comando en el Desierto no se limita a reutilizar las secuencias bélicas de Tobruk, sino que el guión es, de hecho, una mala variante del argumento de esa película, que ya de por sí era un título más bien mediocre.

Para empeorar las cosas, la película adolece de un pésimo guión, una deficiente puesta en escena, y está trufada de situaciones y momentos auténticamente delirantes. Entre estas, podría citarse la escena en la que el mismo Rommel (por cierto, pésimamente interpretado por Wolfgang Priess) se hace amigo del médico inglés, supuestamente prisionero, y pierde el tiempo reuniéndose con el hablando de ¡filatelía!, cuando de todos es sabido que la actividad de Rommel en esos meses de verano del 42 fue absolutamente frenética y por supuesto, no iba a pararse a tomar el té con prisioneros para hablar de sellos. Tampoco está mal cuando uno de los miembros del comando, vestido con uniforme alemán, entra a una tienda a llamar por radio y se ven todos los mapas de operaciones descuidadamente sobre la mesa. Y las escenas de la destrucción de los cañones son como unos fuegos de feria, como hemos dicho, directamente copiadas de los fotogramas de “Tobruk”.

En resumidas cuentas, “Comando en el desierto” es un extraño semi remake fallido de muy poca calidad cinematográfica. Se trata de un título totalmente para olvidar.

Calificación: 2,5/10

miércoles, 11 de abril de 2007

Triple Cross

Triple Cross (1966)

En plena II GM, el servicio secreto británico le ofrece a Eddie Chapman (Christopher Plummer), un experto y escurridizo ladrón de cajas fuertes, es liberado de la cárcel donde cumple condena con la condición de que haciendose pasar por agente doble al servicio de Alemania, se infiltre en el servicio secreto enemigo. Tras aceptar el encargo, Chapman logrará ponerse bajo la protección de un oficial del Abwerh, el coronel Von Grunen (Yul Brinner) y cumplirá una serie de peligrosas misiones de espionaje siempre bajo la sospechas del Coronel Steinhager (Gert Fröbe), un antiguo policia que desconfía de la lealtad de Chapman y de sus verdaderas intenciones.

Dentro del prolífico subgénero belico-espionaje que inundó las salas de títulos en los años 60 y 70, creo que Triple Cross merece un lugar especial. La película se basa en la historia real del doble agente del servicio secreto británico Eddie Chapman, un convicto recluido en la prisión de Jersey que fue reclutado por los servicios secretos alemanes cuando estos ocuparon la isla en 1940. Los alemanes le pidieron a Chapman que volviera a Inglaterra y espiara para ellos, pero este, tras regresar al país en Diciembre de 1942, acudió inmediatamente a informar sobre su situación al servicio de inteligencia militar, cuyos responsables decidieron aprovechar la tesitura para emplear a Chapman como agente doble. De este modo, Chapman pudo pasar durante los años siguientes multitud de informes falsos a los servicios de inteligencia alemanes, que los tomaron por verdaderos, llegando incluso a condecorar a Chapman por sus "valiosos" servicios al III Reich.

Entrando a valorar el film, lo mejor de este es como va desgranando las complejas relaciones que Chapman va entablando en su peligroso juego de agente doble, desde la amistad con el Barón Von Grunen (Yul Brinner) a la peligrosa rivalidad (no exenta de celos) con el astuto Coronel Steinhager, que sospecha desde el primer momento de la lealtad de Chapman. Asimismo, la película transcurre desde principios de 1942 hasta 1944 y nos va mostrando como la guerra va cambiando de suerte para cada bando. También es digno de destacarse una adecuada ambientación, y sobre todo, unas actuaciones sobresalientes del elenco protagonista, especialmente Christopher Plummer como Chapman y Yul Brinner como el aristocrático general alemán Von Grunen.

Aunque es un poco lenta en algunos tramos del metraje, los ultimos minutos de la cinta son bastante intensos y están muy bien desarrollados, desgranando lo mejor de la historia (el descubrimiento de la identidad de Chapman y su escape a Inglaterra) en esa parte de la pelicula. El final, igualmente, con un punto de humor irónico que no voy a desvelar, es bastante bueno. Por todo ello considero que esta es otra de esas películas que merecen, al menos, un visionado.
 
Calificación: 6,5/10

lunes, 9 de abril de 2007

Ha llegado el Águila (The Eagle Has Landed)

Ha llegado el águila (1976)


La acción comienza a finales del año 1943. Hitler, animado por éxito del rescate de Mussolini en Italia, ordena a un oficial de inteligencia, el Coronel Radl (Robert Duvall) que prepare un comando alemán para ser lanzado sobre Inglaterra con el objetivo de asesinar al primer ministro británico Winston Churchill, aprovechando su estancia en un diminuto y aislado pueblo de la costa inglesa. Radl encarga dicha misión al Coronel Kurt Steiner (Michael Caine), un duro veterano de misiones paracaidistas, que se encuentra destinado en una unidad de castigo por oponerse al asesinato de civiles por la SS. Para llevar a cabo su misión, Steiner contará con la ayuda de un agente irlandés miembro del IRA, Liam Davlin (Donald Sutherland).

Ha llegado el Águila supuso la adaptación para la gran pantalla del Best Seller homónimo del escritor Jack Higgins, quien copió la frase del titulo original "The Eagle has Landed" del contenido de la comunicación radiofónica mandada por el Apolo XI a la tierra tras su llegada a la luna. La dirección del film recayó sobre el veterano John Sturges, un director de sólido prestigio y amplia experiencia en la dirección de películas de acción, como “La Gran Evasión” o “Los 7 magníficos”.

La mayor virtud de “Ha llegado el Águila” radica sin duda en la amenidad de su trama argumental, así como en el interés que presentan sus personajes principales. Michael Caine interpreta de forma brillante y solvente al caballeroso Coronel Steiner, un oficial de perfil carismático y heroico adorado por sus hombres, en el que puede considerarse uno de los mejores trabajos dentro de la dilatada carrera interpretativa del actor británico. Por su parte, Donald Sutherland se ajusta como un guante en el papel de cínico y descreído espía al servicio de los alemanes (un papel que volvería a retomar un lustro después en El ojo de la aguja), llenando con su presencia escénica cada fotograma en el que aparece. También resulta igualmente memorable el personaje secundario del Coronel Radl, interpretado por un no menos solvente Rovert Duvall, quien se mete a la perfección en su papel de oficial de inteligencia alemán.

En cuanto a la trama argumental, hay que decir que si bien esta resulta algo convencional en sus planteamientos, sabe dosificar el interés de la historia, que va creciendo de ritmo conforme avanza la narración. Lo mejor de la película se condensa en la primera mitad del metraje, donde se nos van presentando los personajes y se describe la preparación de la operación. En la segunda mitad de la historia, el nivel baja un tanto, quizás porque se introducen en la trama elemenos un tanto artificiosos, como la poco convincente historia de amor entre Davlin y una jóven lugareña, que sinceramente estorba más que aporta al desarrollo de la historia. Además, en esa parte final, la película pierde un tanto el rumbo al introducir un personaje de tintes caricaturescos, en forma de oficial norteamericano bastante torpe y engreído, cuya comicidad desentona dentro de la sobriedad general de la narración y del resto de personajes.

Pese a ello hay que reconocer que por el nivel de las interpretaciones de su reparto, su excelente factura visual y la artesanal dirección de Sturges, “Ha llegado el Águila” resulta una película muy apreciable para el espectador. Bajo mi punto de vista, es otro de los clásicos menores del género bélico.

Calificación: 6,5/10

La Crítica de Reisman

La Solución Final (Conspiracy)

La solución final (2001)

20 de junio de 1942. En una mansión de Wansee, suburbio berlinés, se celebra una reunión secreta de líderes del partido nazi y altos cargos del gobierno alemán para planificar la llamada “Solución Final” para los judios establecidos en territorio del Reich, reunión que dará forma a uno de los mayores genocidios de la historia.

En primer lugar hay que señalar esta coproducción anglo-estadounidense fue hecha para la televisión por la productora HBO (la misma de “Hermanos de Sangre”) pese a lo cual tiene una factura de calidad, casi cinematográfica. La película nos relata bastante fidedignamente los temas tratados en la histórica reunión que dio lugar al infame holocausto nazi. Con un guión sobrio, que evita caer en recursos efectistas, la historia nos va mostrando los entresijos de la reunión, presidida por Reinhard Heydrich y Adolf Eichmann. Lo más estremecedor es la absoluta frialdad con la que se habla de la muerte de millones de seres humanos, y como los líderes nazis que han de elaborar las leyes de exterminio discuten sobre quien debe ser incluido en sus delirantes conceptos raciales. Sin duda, esa es la mejor virtud de la película, su rigor y verismo histórico.

Quizás lo más negativo es que la propia limitación argumental que impone el tema tratado hace que el ritmo narrativo sea un tanto lento y la historia convencional en su desarrollo, casi en estilo documental. De los dos protagonistas, Kenneth Branagh no me pareció demasiado convicente como el siniestro Heydrich (está un poco sobreactuado) pero el actor que interpreta a Eichmann, Stanley Tucci, consigue una interpretación sobresaliente del fanático nazi con pinta de pacífico contable. Su interpretación es de lo mejor de la película.

En definitiva, "La Solución Final” si bien no sobresaliente desde el punto de vista cinematográfico, si es un interesante relato histórico de una de las decisiones más monstruosas de la historia de la humanidad.

sábado, 7 de abril de 2007

Tobruk

Tobruk (1967)

La acción comienza en Septiembre de 1942. En el norte de África, las tropas del Afrika Korps han expulsado a los britanicos de Libia y amenazan con llegar al canal de Suez. Para impedirlo, el alto mando del Octavo Ejército británico decide formar un comando integrado por soldados ingleses y judíos de origne alemán con el objetivo de atravesar el desierto para llegar a Tobruk y destruir los depósitos de combustible de Rommel. El grupo está mandado por el mayor Donald Craig (Rock Hudson) y el capitán judío Kurt Bergmann (George Peppard). La situación se complica cuando en ruta hacia Tobruk, el comando captura casualmente a un par de agentes secretos alemanes con un importante documento referente a un plan para provocar una rebelión árabe en Egipto.

Puede decirse que Tobruk relata una historia ficiticia con cierta base real, puesto que los hechos que se narran el film se basan en la Operación Agreement, una desastrosa incursión anfibia contra el puerto de Tobruk que tuvo lugar el 13 de Septiembre de 1942, y que tenía como objetivo la destrucción de las instalaciones portuarias de la ciudad. La operación se saldó con la pérdida de varios buques y 746 hombres; y fue acompañada de varias incursiones tras las líneas enemigas por parte de los soldados del LRDG. Estos hechos históricos sirvieron de inspiración para la historia de la película, si bien se adaptaron de una manera bastante libre para elaborar el guión de la película, convirtiendo en una hazaña bélica lo que en realidad fue un rotundo fracaso militar de las fuerzas británicas.

En cualquier caso, se ve que Tobruk quiso seguir la estela del éxito de otras producciones anteriores como “Los Cañones de Navarone”, ofreciendo una nueva historia de un grupo de comandos embarcados en una peligrosa misión en el exótico escenario del desierto norteafricano. Para atraer al público, se eligieron como protagonistas a un dúo de galanes de Hollywood, que por aquel entonces estaban en horas bajas: Rock Hudson y George Peppard, y el guionista se cuidó de incluir en la trama suficientes escenas de tiroteos, sabotajes y explosiones que dotaran de espectacularidad al relato. Pero, a pesar de sus buenas intenciones, lo cierto es que Tobruk no pasar de ser un título absolutamente mediocre.

Aunque la puesta en escena y la ambientación de la película son correctas, (dejando de lado anacronismos materiales como los modernos tanques M-48 pasando por carros alemanes e italianos), lo cierto es que por lo demás el film patina en muchos aspectos. El desarrollo de la trama abarca todo un batiburrillo de elementos (el tema del asentamiento judío en Palestina, la actitud antibritánica de los árabes, el sabotaje de Tobruk, la campaña de Egipto…) que en demasiados momentos aparecen cogidos con alfileres. Además, los personajes principales aparecen descritos de un modo bastante estereotipado, mostrando el típico oficial inglés quisquilloso, el americano díscolo, y el traidor infiltrado, cuyo doble juego se descubre mucho antes de que la trama lo revele.

Aparte de eso, el guión tiene más de un momento bastante inverosímil, como cuando vemos al judío Hoffmann anunciar poco menos que la creación de Israel… ¡en 1942!. Y en cuanto a las escenas de acción, aunque los efectos visuales del film fueron nominados a los oscar, vistos hoy día resultan poco creíbles, pues se aprecia de manera evidente el uso de maquetas y decorados de cartón piedra. Pese a ello, los mismos efectos visuales volverían a ser usados para rellenar los planos de acción de “Comando en el desierto”.

En resumen, “Tobruk” es una muy mediocre muestra del cine bélico de los sesenta. Un título con más pretensiones que otra cosa y fácilmente prescindible.

Calificación: 3/10

miércoles, 4 de abril de 2007

El desafio de las águilas (Where Eagles Dare)

El desafio de las aguilas (1968)

Un comando formado por cinco agentes británicos, encabezado por el Mayor Smith (Richard Burton) y el teniente americano Morris Schaffer (Clint Eastwood) es enviado a los Alpes con la misión de rescatar a un general capturado por los alemanes que es portador de importante información sobre la invasión de Europa. Pero en realidad, el general prisionero de los alemanes es un impostor, y la verdadera misión del comando será la de descubrir la identidad de un peligroso agente doble infiltrado en el servicio secreto aliado.

La historia de la gestación de El Desafio de las Aguilas tiene elementos ciertamente curiosos en su haber. El hijastro del actor Richard Burton deseaba verlo en una película en la que el actor interpretara el papel de típico héroe de acción. Para ello, le solicitó al productor Elliot Kastner que buscara una historia que diera ese perfil, y Kastner acudió entonces a uno de los escritores de novelas de acción mas populares del momento, Alistair MacLean, quien ya habia alcanzado la fama con la adaptación de Los Cañones de Navarone. MacLean aceptó el ofrecimiento del productor y se comprometió a escribir el guión del film a la vez que escribía la novela, que tuvo lista en el tiempo record de seis semanas. Para respaldar a Burton se pensó ofrecer el papel de coprotagonista a Lee Marvin, pero este rechazó la oferta, pues no estaba interesado en participar en otra película de acción, así que finalmente el papel recayó sobre un actor joven, que daba el perfil de “duro” y que por aquel entonces era una estrella en pleno ascenso: Clint Eastwood.

Entrando a valorar la película, hay que comenzar reseñando que El Desafio de las Águilas es un título que ofrece una sugerente mezcla de géneros, aunando los elementos clásicos del típico thriller de espionaje con una trama plagada de escenas de acción bélica. Se nota que fue pensada para imitar en cierta medida el estilo de las películas de James Bond muy de moda en la época de su estreno (finales de los 60). Como aspectos más destacables a su favor, la película cuenta con una excelente ambientación de exteriores, con unos espectaculares paisajes de montaña, así como de los escenarios de la estación alpina y el cuartel de los Gebirsjägers alemanes. También es destacable la buena actuación de su sólido dúo protagonista, formado por Richard Burton y Clint Eastwood, muy convincentes en sus respectivos papeles. Como curiosidad, cabe señalar que, un año más tarde Eastwood volvería a compartir proyecto con el director Brian G. Hutton, participando en la magnífica “Los Violentos de Kelly”.

Estos aspectos tan logrados, unidos a una trama quizás un punto enrevesada, pero entretenida, hacen que se le perdonen en gran medida otros aspectos menos meritorios del film. Particularmente, en lo que a la verosimilitud de las escenas de acción se refiere, ya que estas resultan en más de una ocasión demasiado inverosímiles. Especialmente destacable es la secuencia en la que el personaje de Eastwood dispara simultáneamente dos subfusiles MP-40, liquidando a toda una compañía alemana en unos pocos segundos. En cualquier caso, al final priman más los aspectos positivos de una historia que sabe mantener el interés combinando acción, intriga, algunos giros sorpresivos del guión y unos toques de humor. En definitiva, “El Desafio de las Águilas” es todo un pequeño clásico para los buenos aficionados al cine de la II GM. No es una obra maestra, pero sí una de esas películas que hay que ver al menos una vez.

Calificación: 6,5/10

La Crítica de Reisman

Hermanos de Sangre (V): Encrucijada

Hermanos de Sangre (V): Encrucijada

Octubre de 1944, después del fracaso de Market Garden, la Easy aun se halla en Holanda, cerca de la orilla del Rhin. Una incursión alemana provoca que Winters y un pelotón se acerquen a la orilla del rio descubriendo que hay tropas alemanas atrincheradas, a las cuales deciden atacar. Tras un combate en el que la Easy aniquila a dos compañias alemanas, Winters es ascendido al mando del batallón y él y sus hombres reciben un permiso. Sin embargo, tras unas semanas, son llamados urgentemente al frente para reforzar el sector de Las Ardenas, amenazado por una fuerte ofensiva alemana. El episodio termina con la 101ª camino de su más importante destino: Bastogne.

Este quinto episodio es uno de los más extraños de la serie. En primer lugar, está narrado en su primera mitad en forma de “flashbacks” en los que Winters, mientras escribe un informe de la batalla, va recordando la misma. La emboscada nocturna me pareció bastante bien filmada, pero el ataque diurno en el que Winters se dirige él solo y comienza a disparar a diestro y siniestro a los alemanes me pareció un poco falto de realismo, ya que esa escena vemos como Winters, aislado, dispara a un centenar de alemanes y salen huyendo, sin que ningún alemán de en el blanco o intenten hacerle frente.

Por lo demás este episodio nos describe como la fatiga sicológica de la guerra va abrumando a Winters, al que comienzan a pesarle las bajas de los veteranos, las responsabilidades del mando, y la crueldad misma de la guerra (vemos como Winters recuerda traumatizado haber disparado a un soldado adolescente de la SS). En la primera mitad del episodio, quitando la escena de matanza de alemanes, me parece que la historia está bien construida; pero la segunda mitad queda algo deslavazada, pues pasan demasiadas cosas (Winters es ascendido, se va de permiso, de vuelta al campamento, y el traslado a las Ardenas) de forma un poco atropellada, algo más de pausa argumental habría sido de agradecer.

En resumen, “Encrucijada” es un episodio algo atípico e irregular, pero entretenido.